Es tan poco el trabajo de la hierba,
esa esfera de simple verde:
sólo criar mariposas
y entretener abejas.
Todo el día bailar al ritmo de las lindas
tonadas que las brisas traen
y recibir el sol en el regazo
y a todo decir sí, inclinándose.
Ensartar el rocío -como perlas-
toda la noche. Y emperifollarse
más elegantemente
que una duquesa.
Y, al morir, deshacerse
en fragancias divinas,
como humildes especias que se quedan dormidas
o como nardos que perecen.
Y entonces habitar en trojes soberanas
y soñar por el resto de los días.
Es tan poco el trabajo de la hierba.
Yo quisiera ser heno.
Emily Dickinson.
martes, 15 de noviembre de 2011
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Chau Numero Tres
Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo derrotando imposibles
segura sin seguro
te dejo frente al mar descifrándote
sola sin mi pregunta
a ciegas sin mi respuesta rota
te dejo sin mis dudas pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
pero tampoco creas a pie juntillas todo
no creas nunca creas este falso abandono
estaré donde menos lo esperes
por ejemplo en un árbol añoso
de oscuros cabeceos
estaré en un lejano horizonte
sin horas en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra
estaré repartido en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
y ojalá pueda estar de tu sueño
en la red esperando tus ojos
y mirándote.
Mario Benedetti
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo derrotando imposibles
segura sin seguro
te dejo frente al mar descifrándote
sola sin mi pregunta
a ciegas sin mi respuesta rota
te dejo sin mis dudas pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
pero tampoco creas a pie juntillas todo
no creas nunca creas este falso abandono
estaré donde menos lo esperes
por ejemplo en un árbol añoso
de oscuros cabeceos
estaré en un lejano horizonte
sin horas en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra
estaré repartido en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
y ojalá pueda estar de tu sueño
en la red esperando tus ojos
y mirándote.
Mario Benedetti
jueves, 3 de noviembre de 2011
martes, 28 de junio de 2011
Dime
Dime por favor donde no estás
en qué lugar puedo no ser tu ausencia
dónde puedo vivir sin recordarte,
y dónde recordar, sin que me duela.
Dime por favor en que vacío,
no está tu sombra llenando los centros;
dónde mi soledad es ella misma,
y no el sentir que tú te encuentras lejos.
Dime por favor por qué camino,
podré yo caminar, sin ser tu huella;
dónde podré correr no por buscarte,
y dónde descanzar de mi tristeza.
Dime por favor cuál es la noche,
que no tiene el color de tu mirada;
cuál es el sol, que tiene luz tan solo,
y no la sensación de que me llamas.
Dime por favor donde hay un mar,
que no susurre a mis oídos tus palabras.
Dime por favor en qué rincón,
nadie podrá ver mi tristeza;
dime cuál es el hueco de mi almohada,
que no tiene apoyada tu cabeza.
Dime por favor cuál es la noche,
en que vendrás, para velar tu sueño;
que no puedo vivir, porque te extraño;
y que no puedo morir, porque te quiero.
(Atribuido a Borges.
Autor: Gustavo Alejandro Castiñeiras.
Nombre original: Poema de un Recuerdo)
en qué lugar puedo no ser tu ausencia
dónde puedo vivir sin recordarte,
y dónde recordar, sin que me duela.
Dime por favor en que vacío,
no está tu sombra llenando los centros;
dónde mi soledad es ella misma,
y no el sentir que tú te encuentras lejos.
Dime por favor por qué camino,
podré yo caminar, sin ser tu huella;
dónde podré correr no por buscarte,
y dónde descanzar de mi tristeza.
Dime por favor cuál es la noche,
que no tiene el color de tu mirada;
cuál es el sol, que tiene luz tan solo,
y no la sensación de que me llamas.
Dime por favor donde hay un mar,
que no susurre a mis oídos tus palabras.
Dime por favor en qué rincón,
nadie podrá ver mi tristeza;
dime cuál es el hueco de mi almohada,
que no tiene apoyada tu cabeza.
Dime por favor cuál es la noche,
en que vendrás, para velar tu sueño;
que no puedo vivir, porque te extraño;
y que no puedo morir, porque te quiero.
(Atribuido a Borges.
Autor: Gustavo Alejandro Castiñeiras.
Nombre original: Poema de un Recuerdo)
jueves, 9 de junio de 2011
Historia de vampiros
Era un vampiro que sorbía agua
por las noches y por las madrugadas
al mediodía y en la cena.
Era abstemio de sangre
y por eso el bochorno
de los otros vampiros
y de las vampiresas.
Contra viento y marea se propuso
fundar una bandada
de vampiros anónimos,
hizo campaña bajo la menguante,
bajo la llena y la creciente
sus modestas pancartas proclamaban,
vampiros beban agua
la sangre trae cáncer.
Es claro los quirópteros
reunidos en su ágora de sombras
opinaron que eso era inaudito,
aquel loco aquel alucinado
podía convencer a los vampiros flojos,
esos que liban boldo tras la sangre.
De modo que una noche
con nubes de tormenta,
cinco vampiros fuertes
sedientos de hematíes, plaquetas, leucocitos,
rodearon al chiflado, al insurrecto,
y acabaron con él y su imprudencia.
Cuando por fin la luna
pudo asomarse
vio allá abajo
el pobre cuerpo del vampiro anónimo,
con cinco heridas que manaban,
formando un gran charco de agua,
lo que no pudo ver la luna
fue que los cinco ejecutores
se refugiaban en un árbol
y a su pesar reconocían
que aquello no sabía mal.
Desde esa noche que fue histórica
ni los vampiros, ni las vampiresas,
chupan más sangre,
resolvieron
por unanimidad pasarse al agua.
Como suele ocurrir en estos casos
el singular vampiro anónimo
es venerado como un mártir.
Mario Benedetti
por las noches y por las madrugadas
al mediodía y en la cena.
Era abstemio de sangre
y por eso el bochorno
de los otros vampiros
y de las vampiresas.
Contra viento y marea se propuso
fundar una bandada
de vampiros anónimos,
hizo campaña bajo la menguante,
bajo la llena y la creciente
sus modestas pancartas proclamaban,
vampiros beban agua
la sangre trae cáncer.
Es claro los quirópteros
reunidos en su ágora de sombras
opinaron que eso era inaudito,
aquel loco aquel alucinado
podía convencer a los vampiros flojos,
esos que liban boldo tras la sangre.
De modo que una noche
con nubes de tormenta,
cinco vampiros fuertes
sedientos de hematíes, plaquetas, leucocitos,
rodearon al chiflado, al insurrecto,
y acabaron con él y su imprudencia.
Cuando por fin la luna
pudo asomarse
vio allá abajo
el pobre cuerpo del vampiro anónimo,
con cinco heridas que manaban,
formando un gran charco de agua,
lo que no pudo ver la luna
fue que los cinco ejecutores
se refugiaban en un árbol
y a su pesar reconocían
que aquello no sabía mal.
Desde esa noche que fue histórica
ni los vampiros, ni las vampiresas,
chupan más sangre,
resolvieron
por unanimidad pasarse al agua.
Como suele ocurrir en estos casos
el singular vampiro anónimo
es venerado como un mártir.
Mario Benedetti
lunes, 18 de abril de 2011
Donde Habite El Olvido
Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.
Luis Cernuda
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.
Luis Cernuda
jueves, 14 de abril de 2011
El Hueco De Mi Mano
En el hueco de mi mano
tengo guardada una palabra.
Pero el hueco de mi mano es tan profundo
que cabe más que ésta única palabra.
Cabe el sonido de la lluvia
jugueteando sobre el techo de mi calma.
Cabe el olor de tus labios empapados
y el reflejo de tus ganas.
Cabe el sentir de mis dedos
recorriendo los caminos de tu espalda.
Cabe la luna, cabe tu nombre
cabe tu esencia blanca.
Cabe la humedad de tus rizos,
dormidos sobre mi almohada.
Cabe el corazón doliente, el alma abierta
cabe esta inquieta esperanza.
Cabe el interior de una ciudad callada
buscando un mañana.
Caben mis ganas de estar lejos
de esta casa desolada.
Pero el hueco de mi mano es tan profundo,
que cabes tú mismo, si te quedas y me amas.
Araceli Collazo
tengo guardada una palabra.
Pero el hueco de mi mano es tan profundo
que cabe más que ésta única palabra.
Cabe el sonido de la lluvia
jugueteando sobre el techo de mi calma.
Cabe el olor de tus labios empapados
y el reflejo de tus ganas.
Cabe el sentir de mis dedos
recorriendo los caminos de tu espalda.
Cabe la luna, cabe tu nombre
cabe tu esencia blanca.
Cabe la humedad de tus rizos,
dormidos sobre mi almohada.
Cabe el corazón doliente, el alma abierta
cabe esta inquieta esperanza.
Cabe el interior de una ciudad callada
buscando un mañana.
Caben mis ganas de estar lejos
de esta casa desolada.
Pero el hueco de mi mano es tan profundo,
que cabes tú mismo, si te quedas y me amas.
Araceli Collazo
miércoles, 9 de marzo de 2011
El Hombre y La Mujer
En la narración sencilla
del Génesis, he leido
que a Adan, estando dormido,
Dios le sacó una costilla.
Refiere la tradición,
y el tello calla exprofeso,
que al quitarle Dios el hueso
se le arrancó el corazón;
y con él, aún palpitante,
hizo a la mujer primera,
timida, pura, hechicera,
de amor y de fe radiante.
Y por eso, con franqueza,
algún escritor ladino
llama al sexo femenino
"un corazón sin cabeza".
Y el filósofo Platón,
allá en sus lucubraciones,
define así a los varones:
"cabezas sin corazón".
Y por eso en un momento
resuelve el hombre sentir,
sin que lo llegue advertir,
siente con el pensamiento.
Y si, en muy rara ocasión,
la mujer quiere pensar,
sin llegarlo a sospechar,
piensa con el corazón.
Ricardo Carrasquilla
del Génesis, he leido
que a Adan, estando dormido,
Dios le sacó una costilla.
Refiere la tradición,
y el tello calla exprofeso,
que al quitarle Dios el hueso
se le arrancó el corazón;
y con él, aún palpitante,
hizo a la mujer primera,
timida, pura, hechicera,
de amor y de fe radiante.
Y por eso, con franqueza,
algún escritor ladino
llama al sexo femenino
"un corazón sin cabeza".
Y el filósofo Platón,
allá en sus lucubraciones,
define así a los varones:
"cabezas sin corazón".
Y por eso en un momento
resuelve el hombre sentir,
sin que lo llegue advertir,
siente con el pensamiento.
Y si, en muy rara ocasión,
la mujer quiere pensar,
sin llegarlo a sospechar,
piensa con el corazón.
Ricardo Carrasquilla
sábado, 5 de marzo de 2011
Enamorarse y no
Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva
enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio
por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo.
Mario Benedetti
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva
enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio
por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo.
Mario Benedetti
viernes, 25 de febrero de 2011
Hagamos un trato
Compañera
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo
si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense que deliro
o a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo
si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense que flojera
igual puede contar
conmigo
Pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo
Mario Benedetti
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo
si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense que deliro
o a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo
si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense que flojera
igual puede contar
conmigo
Pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo
Mario Benedetti
jueves, 24 de febrero de 2011
Volverán las oscuras golondrinas...
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán !
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez en la tarde, aun más hermosas,
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día...,
ésas... ¡no volverán !
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
¡así no te querrán !
Gustavo Adolfo Bécquer
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán !
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez en la tarde, aun más hermosas,
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día...,
ésas... ¡no volverán !
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
¡así no te querrán !
Gustavo Adolfo Bécquer
miércoles, 23 de febrero de 2011
Lied
Eramos tres hermanas. Dijo una:
"Vendrá el amor con la primera estrella..."
Vino la muerte y nos dejó sin ella.
Eramos dos hermanas: Me decía:
"Vendrá la muerte y quedarás tú sola..."
Pero el amor llevóla.
Yo clamaba, yo clamo: "Amor o muerte
Amor o muerte quiero!"
Y todavía espero...
Rafael Alberto Arrieta
"Vendrá el amor con la primera estrella..."
Vino la muerte y nos dejó sin ella.
Eramos dos hermanas: Me decía:
"Vendrá la muerte y quedarás tú sola..."
Pero el amor llevóla.
Yo clamaba, yo clamo: "Amor o muerte
Amor o muerte quiero!"
Y todavía espero...
Rafael Alberto Arrieta
martes, 22 de febrero de 2011
Celos
Al saber la verdad de tu perjurio,
loco de celos, penetré en tu cuarto . . .
Dormías inocente como un ángel,
con los rubios cabellos destrenzados,
enlazadas las manos sobre el pecho
y entreabiertos los labios . . .
Me aproximé a tu lecho, y de repente
oprimí tu garganta entre mis manos.
Despertaste. . . Miráronme tus ojos . . .
Y quedé deslumbrado,
igual que un ciego que de pronto viese
brillar del sol los luminosos rayos!
Y en vez de estrangularte, con mis besos
volví a cerrar el oro de tus párpados!
Francisco Villaespesa
loco de celos, penetré en tu cuarto . . .
Dormías inocente como un ángel,
con los rubios cabellos destrenzados,
enlazadas las manos sobre el pecho
y entreabiertos los labios . . .
Me aproximé a tu lecho, y de repente
oprimí tu garganta entre mis manos.
Despertaste. . . Miráronme tus ojos . . .
Y quedé deslumbrado,
igual que un ciego que de pronto viese
brillar del sol los luminosos rayos!
Y en vez de estrangularte, con mis besos
volví a cerrar el oro de tus párpados!
Francisco Villaespesa
jueves, 17 de febrero de 2011
Promesa
Quizá fuesen mejores
Nuestros corazones cuando eran frágiles
Y algún golpe de mar, o la noche de julio
Pudieran abrirles las calladas heridas
Que ahora, y para siempre, llamaremos nostalgias.
Quizá fuesen mejores cuando eran
Cual regatos ligeros o lluviosas tardes
Que mojaban la infancia y partían
Un dominio común; un valle abierto,
Inmensos arenales, aquel balcón
Detenido en la presencia de pulidos geranios.
No eligieron barcos para partir lejos;
Ni la brisa liviana de un verano
Para que los apagase, con su fuego insumiso.
Semejantes a los hombres, desearon
A los árboles antiguos de esta tierra.
Ramiro Fonte
Nuestros corazones cuando eran frágiles
Y algún golpe de mar, o la noche de julio
Pudieran abrirles las calladas heridas
Que ahora, y para siempre, llamaremos nostalgias.
Quizá fuesen mejores cuando eran
Cual regatos ligeros o lluviosas tardes
Que mojaban la infancia y partían
Un dominio común; un valle abierto,
Inmensos arenales, aquel balcón
Detenido en la presencia de pulidos geranios.
No eligieron barcos para partir lejos;
Ni la brisa liviana de un verano
Para que los apagase, con su fuego insumiso.
Semejantes a los hombres, desearon
A los árboles antiguos de esta tierra.
Ramiro Fonte
miércoles, 2 de febrero de 2011
Mi Secreto
¿Mi secreto? ¡Es tan triste! Estoy perdido
de amores por un ser desaparecido,
por un alma liberta,
que diez años fue mía, y que se ha ido...
¿Mi secreto? Te lo diré al oído:
¡Estoy enamorado de una muerta!
¿Comprendes -tú que buscas los visibles
transportes, las reales, las tangibles
caricias de la hembra, que se plasma
a todos tus deseos invencibles-
ese imposible de los imposibles
de adorar a un fantasma?
¡Pues tal mi vida es y tal ha sido
y será!
Si por mí sólo ha latido
su noble corazón, hoy mudo y yerto,
¿he de mostrarme desagradecido
y olvidarla, no más porque ha partido
y dejarla, no más porque se ha muerto?
Amado Nervo
de amores por un ser desaparecido,
por un alma liberta,
que diez años fue mía, y que se ha ido...
¿Mi secreto? Te lo diré al oído:
¡Estoy enamorado de una muerta!
¿Comprendes -tú que buscas los visibles
transportes, las reales, las tangibles
caricias de la hembra, que se plasma
a todos tus deseos invencibles-
ese imposible de los imposibles
de adorar a un fantasma?
¡Pues tal mi vida es y tal ha sido
y será!
Si por mí sólo ha latido
su noble corazón, hoy mudo y yerto,
¿he de mostrarme desagradecido
y olvidarla, no más porque ha partido
y dejarla, no más porque se ha muerto?
Amado Nervo
miércoles, 26 de enero de 2011
Barbie y Ken
Barbie y Ken quieren ser de verdad.
En la plasticidad de sus sueños no mojados
se imaginan de carne-hueso-grasa y tristes
Barbie y Ken se echan desnudos
disfrutando la inocencia de no poderse tocar
Sin con quépordónde
Barbie y Ken toman té
y se abrazan con las brazos extendidos
como queriendo alcanzar
algo que nunca tuvieron
Barbie y Ken siempre sonríen
aunque les duela no poderse llorar
por saberse cruelmente felices
eternamente contentos
con su desgraciada perfección corporal
que tú y yo envidiamos
en nuestra propia plasticidad.
PABLO OSORIO
En la plasticidad de sus sueños no mojados
se imaginan de carne-hueso-grasa y tristes
Barbie y Ken se echan desnudos
disfrutando la inocencia de no poderse tocar
Sin con quépordónde
Barbie y Ken toman té
y se abrazan con las brazos extendidos
como queriendo alcanzar
algo que nunca tuvieron
Barbie y Ken siempre sonríen
aunque les duela no poderse llorar
por saberse cruelmente felices
eternamente contentos
con su desgraciada perfección corporal
que tú y yo envidiamos
en nuestra propia plasticidad.
PABLO OSORIO
lunes, 17 de enero de 2011
Poemas Cortos
Aún tengo miedo de despertar en la mañana
y haber olvidado tu sonrisa.
me encuentro desnud@ frente a mí,
con el viento soplándome por dentro
----
estoy sangrando
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . de vos
Paz Hubacek.
y haber olvidado tu sonrisa.
----
me encuentro desnud@ frente a mí,
con el viento soplándome por dentro
----
estoy sangrando
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . de vos
Paz Hubacek.
sábado, 15 de enero de 2011
Amor Depredador
Cada conexión trae otra vez
Lujuria y maldición
Cada sensación me hace rendir
Y vuelvo a la prisión
Nunca subestimes al rival
cuando es una mujer
Es tan delicada y tan letal
que empiezas a entender
Es un animal
te puede devorar, quizàs
mejor es no volverlo a repetir
Morir por ti
tu cuerpo fue el veneno que bebí
tan sutíl, que empecé sin saber el juego
A veces solo buscas el dolor
y caes por error
Sabes que hace daño al corazón
Amor depredador
Es un animal
te quiere devorar, quizàs
mejor es no volverlo repetir
Morir por ti
tu cuerpo fue el veneno que bebí
tan sutíl, que empecé sin saber el juego
dejame
volver a ser
el que fui
otra vez
tu cuerpo fue el veneno que bebí
morir por ti
un juego que me llevará hasta el fin
tan sutíl
que al morir
el cielo me abandona aquí
sin ti
vivir
no puedo
tan sutil, que aposté lo que no podia perder
The Mills
www.youtube.com/watch?v=X3Duz_z17N4&feature=related
Lujuria y maldición
Cada sensación me hace rendir
Y vuelvo a la prisión
Nunca subestimes al rival
cuando es una mujer
Es tan delicada y tan letal
que empiezas a entender
Es un animal
te puede devorar, quizàs
mejor es no volverlo a repetir
Morir por ti
tu cuerpo fue el veneno que bebí
tan sutíl, que empecé sin saber el juego
A veces solo buscas el dolor
y caes por error
Sabes que hace daño al corazón
Amor depredador
Es un animal
te quiere devorar, quizàs
mejor es no volverlo repetir
Morir por ti
tu cuerpo fue el veneno que bebí
tan sutíl, que empecé sin saber el juego
dejame
volver a ser
el que fui
otra vez
tu cuerpo fue el veneno que bebí
morir por ti
un juego que me llevará hasta el fin
tan sutíl
que al morir
el cielo me abandona aquí
sin ti
vivir
no puedo
tan sutil, que aposté lo que no podia perder
The Mills
www.youtube.com/watch?v=X3Duz_z17N4&feature=related
martes, 11 de enero de 2011
Instrucciones
Aspirar cada palabra
desempolvar la lengua licuar la cursilería
del frutero y la alcuza,
descifrar el enigma del horno...
Hacer de tu boca una batidora
sobre mí dentro de mí sobre la losa.
Aspirar cada palabra:
dejar enfriar.
Jessica Freudenthal
Publicadas por elfilodelashojas
http://jessicafreudenthal.blogspot.com/search?updated-min=2006-01-01T00%3A00%3A00-12%3A00&updated-max=2007-01-01T00%3A00%3A00-12%3A00&max-results=3
desempolvar la lengua licuar la cursilería
del frutero y la alcuza,
descifrar el enigma del horno...
Hacer de tu boca una batidora
sobre mí dentro de mí sobre la losa.
Aspirar cada palabra:
dejar enfriar.
Jessica Freudenthal
Publicadas por elfilodelashojas
http://jessicafreudenthal.blogspot.com/search?updated-min=2006-01-01T00%3A00%3A00-12%3A00&updated-max=2007-01-01T00%3A00%3A00-12%3A00&max-results=3
miércoles, 5 de enero de 2011
Primero Está La Soledad
En las entrañas y en el centro del alma:
ésta es la esencia, el dato básico, la única certeza;
que solamente tu respiración te acompaña,
que siempre bailarás con tu sombra,
que esa tiniebla eres tú.
Tu corazón, ese froto perplejo, no tiene que agriarse con tu sino solitario;
déjalo esperar sin esperanza
que el amor es un regalo que algún día llega por sí solo.
Pero primero está la soledad,
y tú estás solo,
tú estás solo con tu pecado original -contigo mismo-.
Acaso una noche, a las nueve,
aparece el amor y todo estalla y algo se ilumina dentro de ti,
y te vuelves otro, menos amargo, más dichoso;
pero no olvides, especialmente entonces,
cuando llegue el amor y te calcine,
que primero y siempre está tu soledad
y luego nada
y después, si ha de llegar, está el amor.
Darío Jaramillo Agudelo
ésta es la esencia, el dato básico, la única certeza;
que solamente tu respiración te acompaña,
que siempre bailarás con tu sombra,
que esa tiniebla eres tú.
Tu corazón, ese froto perplejo, no tiene que agriarse con tu sino solitario;
déjalo esperar sin esperanza
que el amor es un regalo que algún día llega por sí solo.
Pero primero está la soledad,
y tú estás solo,
tú estás solo con tu pecado original -contigo mismo-.
Acaso una noche, a las nueve,
aparece el amor y todo estalla y algo se ilumina dentro de ti,
y te vuelves otro, menos amargo, más dichoso;
pero no olvides, especialmente entonces,
cuando llegue el amor y te calcine,
que primero y siempre está tu soledad
y luego nada
y después, si ha de llegar, está el amor.
Darío Jaramillo Agudelo
lunes, 3 de enero de 2011
Síndrome
Todavía tengo casi todos mis dientes
casi todos mis cabellos y poquísimas canas
puedo hacer y deshacer el amor
trepar una escalera de dos en dos
y correr cuarenta metros detrás del ómnibus
o sea que no debería sentirme viejo
pero el grave problema es que antes
no me fijaba en estos detalles.
Mario Benedetti
casi todos mis cabellos y poquísimas canas
puedo hacer y deshacer el amor
trepar una escalera de dos en dos
y correr cuarenta metros detrás del ómnibus
o sea que no debería sentirme viejo
pero el grave problema es que antes
no me fijaba en estos detalles.
Mario Benedetti
Suscribirse a:
Entradas (Atom)